De togas y birretes... mas tarde que nunca pero que mas da...

Son las 10:03 de la mañana si sigo quemando un disco para la capsula del tiempo. Que pasara en 5 años, que será de nuestras vidas. En fin es tarde para la graduación. 10:23, todos de azul, y nervios, voy por mi toga, es de poliéster, se siente feo, y el birrete es incomodo, pica, pero así es esto y hay que aguantarse.

Ya perdí noción del tiempo, no es raro por que nunca uso reloj, y llevamos como 45 minutos en el proceso de formarnos por estaturas, (es curioso que el ultimo día de prepa nos sigamos formando por estaturas) para después acomodarnos para la foto de la generación disfrazados de graduados, aunque no nos lo creamos. Total fotos con directores disfrazados, sin directores, serios, abrazados, de todo.

Empieza la ceremonia, entramos formados, ahora por orden alfabético, una ceremonia larga, larguisima, algo cursi, un pianito tocaba una canción que casi se podría confundir con una marcha nupcial, todos pasan, sonríen, recogen diplomas, cambia el lado de la borla, y ya se acaba esto, es oficial, estamos graduados. Faltan tal ves 16 discursos distintos, que en resumidas cuentas dicen lo mismo, y después niños de kinder, bastante simpáticos, con flores para todos.

La típica foto, tan casual que la tomamos 6 veces, birretes al cielo, que gusto que esto se acaba, sonrisas, abrazos, fotos, llegan los abuelos, no puedo creer que te gradúes, brindis con sprite zero, canapés hechos por alguien sin papilas gustativas, mucha expectativa para mañana, ahí viene la buena, llenamos la capsula del tiempo, de nuevo vuelve a mi cabeza la pregunta que pasara de nosotros en 5 años. Eso fue todo, un brevísimo resumen de una azul ceremonia que tiene muchísimo que celebrar.

Lucia.